Recientemente, publiqué en este blog que la noche de la Castanyada sucedieron actos vandálicos en los dos parques infantiles de la calle Roselles de Can Serra. Alguien se dedicó a patear y romper la mayoría de vallas de madera que los rodean y la policía, por seguridad, acordonó la zona para impedir el paso. El lunes por la mañana, desde el departamento de Servicios Municipales, nos pusimos en marcha y se dieron órdenes de comprar, reponer y reparar las vallas de ambos parques infantiles para que estuvieran operativos lo más rápido posible.
Nuestra sorpresa fue que, el miércoles por la mañana, después de dos días de intenso trabajo, ¡¡las vallas que se acababan de colocar volvían a estar rotas!!
Puedo entender, que no aceptar, que una noche de fiesta haya gente que haga gamberradas (aunque eso tendría otro calificativo), pero que esto suceda una vez reparados los daños y un día entre semana, a mí, la verdad, me da mala espina y creo que no es fruto de una gamberrada o una noche de juerga, sino algo más premeditado y deliberado. Sinceramente, lo veo como un sabotaje o una provocación. Sé que mi obligación es volver a reparar esas vallas, pero la verdad es que no me atrevo. ¿Qué harían en mi lugar? En fin, estamos en ello...
Data | 19 de novembre de 2015 |
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Autoria | Laura Sánchez |